Hace poco más de tres años que fue inaugurado este puente de Santiago Calatrava, el cuarto sobre el Gran Canal de Venecia. Desde aquel entonces que el proyecto no ha estado exento de polémica. En primer instancia por el diseño poco apropiado a la estética de la ciudad, su altísimo costo, la tardanza en su construcción y, una vez inaugurado, por ser declarado como inseguro para la ciudadanía. En aquel entonces el Municipio de Venecia salió en defensa de la obra, diciendo: “No es en absoluto cierto que el puente sea inseguro. Sabemos que debe ser vigilado, pero lo sabemos desde el principio”.
Hoy, la noticia surge porque la Fiscalía del Tribunal de Cuentas de la región pidió al arquitecto una compensación de 3.4 millones de euros por daños al bien público, debido a los problemas constructivos del puente. La Fiscalía habla de la ‘patología crónica’ que padece el puente, hecho que involucra una inversión constante y un aumento del presupuesto inicial por sobre un 300%.
La obra necesita vigilancia constante y de un recurso continuo para las intervenciones y el mantenimiento que requiere. El documento firmado por el fiscal Carmine Scarano, denuncia un «asombroso y vergonzoso conjunto de errores» tanto en las etapas previas a la licitación, como en la preparación y ejecución de las obras.
Los errores de diseño se atribuyen a Calatrava y otras seis personas: Roberto Scibilia, Salvatore Vento, Roberto Casarin, Franco Bonzio, Luigi Licciardo y Hermes Redi.
Vía abc.es